Los bebés cuando nacen esperan y necesitan recibir contacto. Este contacto, entre otros factores, les va a permitir un desarrollo óptimo de su potencial, va a favorecer un estrecho vínculo entre bebé y cuidador y va a generar, entre otras cosas, tanto en el bebé como en sus cuidadores una agradable sensación de bienestar.
El porteo se presenta como una herramienta para proporcionar ese contacto de forma continuada, cómoda, saludable y placentera tanto para los bebés como para sus cuidadores.